“Unidad desde la diversidad”, ese es el lema que hemos construido en SADOP en las últimas décadas; en un ambiente de verdadera democracia, que propicia la participación de los docentes de distintas ideologías, posiciones, historias y trayectorias. Jamás se buscó repetir en la conducción local esquemas nacionales. Tampoco se intentó que los compañeros nuevos sean “fotocopias” de los que están. SADOP es y será un sueño colectivo.
Ese anhelo es el que nos llevó en mayo a celebrar el acto más puro de la democracia, el de la votación. Todas las compañeras y compañeros del país elegimos a nuestros referentes.
El valor que significa la unidad sindical, la personería gremial, la representación de todo el conjunto, que es contrario a la dispersión, a la existencia de múltiples sindicatos en una misma actividad, tiene como correlato la democracia interna. Para que una organización pueda, hacia afuera, representar a todo el universo necesita, por una cuestión de legitimidad, una fuerte participación del afiliado.
Los críticos dicen que este modelo es fascista y autoritario, pero es todo lo contrario porque los afiliados eligen al delegado gremial, a la conducción local, a los congresales, a la conducción provincial y votan al Secretariado Ejecutivo Nacional y al Secretario General. Los docentes, en la instancia de la elección, son los que deciden quiénes son sus autoridades.
Es muy importante que en SADOP exista una cultura sindical en la que cualquier compañero, que cumpla con el Estatuto, pueda presentarse y ser candidato. En varias provincias hubo expresiones y posiciones distintas que fueron sometidas a la voluntad del afiliado. Eso es valioso, ya que sirve para reforzar la diversidad y transformarla en una unidad real.
El Sindicato creció mucho en los últimos años. No solo de manera cuantitativa sino cualitativa, lo que significa que se sumaron miles de docentes militantes en todo el país. Estos compañeros ejercen la profesión y tienen la inquietud de defender y representar a sus pares, lo cual se vio en las más de 60 listas que se presentaron en todo el país, algo que nos enorgullece y nos emociona porque significa que SADOP está vivo, que tiene tensiones, que tiene problemas por resolver, que tiene un tamaño cada vez más grande y más vivo que nunca.
Pasamos un proceso electoral valioso, en cuanto al resultado, que legitima una conducción y otorga un mandato. Pero también es valioso en las equivocaciones y las pequeñas contradicciones, porque el aprendizaje es eso: el haber atravesado por el error y hacerse cargo para mejorar.
Tras esta instancia, lo que continúa es insistir con la agenda de los docentes privados. Queremos consolidar la negociación colectiva, pero en un sentido práctico y concreto. En su momento fue un triunfo lograr afianzar el ámbito negociador, pero hoy buscamos definir cuestiones que beneficien a los docentes en la escuela. El Sindicato, la paritaria y los distintos ámbitos en los que participamos son instrumentos para que cada educador esté mejor defendido, tenga un salario superior, reciba formación profesional gratuita, mejore las condiciones de trabajo para prevenir afecciones en la salud y un sinnúmero de cuestiones que vamos a ir desplegando en estos cuatro años.
Vamos a poner toda nuestra fuerza en estar muy cerca de las necesidades de cada compañero a través de nuestros servicios sociales, la obra social (OSDOP), por medio del asesoramiento y la defensa en lo gremial. También acompañaremos esta política con una fuerte impronta en lo comunicacional, porque también debemos anunciar nuestra acción.
Redoblaremos nuestros esfuerzos en la Confederación General del Trabajo (CGT) porque estamos unidos a la clase trabajadora y no queremos aislarnos.
También vamos a militar a nivel internacional a través de la Federación Latinoamericana de Trabajadores de la Educación y la Cultura (FLATEC) y el Mercosur Educativo.
Pero sobre todo vamos a insistir en la formación de nuevos dirigentes.
Queremos que SADOP no sea sólo un sindicato, sino un hogar para los docentes privados, su protección, un sitio en donde se sientan tratados como personas y no como un número.
Somos un equipo que puede y que va a hacer cosas importantes por los docentes privados argentinos